- Sin pensamiento crítico:
En vez de analizar las ideas, las aceptan tal cual, como si todos los blogs fueran la fuente absoluta de verdad. Es el equivalente mental a beber un batido, sin saber qué lleva dentro. - Conocimiento superficial:
Leer un blog no está mal, pero si nunca profundizas o te preguntas “¿esto tiene sentido?”, terminas con un cúmulo de información vacía. - Reemplazo de la reflexión propia:
Es más fácil leer y repetir algo que escribir o construir una idea desde cero. Este tipo de consumo no ayuda a desarrollar pensamiento crítico, solo crea eco de las opiniones de otros.